REFERENTES

Miguel Ángel Moreno

Director General de Grupo SIL

«Hemos aprendido que nuestra competencia podía ser nuestra aliada y que donde había debilidades ahora estamos viendo fortalezas»

El periodista David Baños mantiene esta semana una conversación con Miguel Ángel Moreno, director del Grupo SIL, en la que se profundiza sobre ‘Almería en Futuro’ desde el escenario de la casa de las Mariposas, propiedad de Cajamar, uno de los lugares simbólicos de la capital almeriense en el que, semana a semana, representantes del mundo económico y social de Almería dan a conocer, junto a sus sentimientos y opiniones, las aportaciones que se realizan desde diferentes sectores para que nuestra provincia siga avanzando y su camino no se acorte. En esta ocasión se ponen sobre la mesa diferentes aspectos que confirman la importancia del sector industrial en la provincia, a pesar de que a menudo se eche en falta mayor presencia de empresas de este tipo. Lo cierto es que hay compañías líderes en el ámbito de la piedra natural y su transformación. Además, nuestro modelo agrícola ha dado paso a una agroindustria.

– ¿Estamos inmersos en un año para olvidar o que nunca olvidaremos?

– El 2020 ha sido un año muy complejo que no esperábamos, que nadie tenía previsto para su cuenta de resultados. Quién iba a sospechar que esto fuese a venir. Tampoco sabíamos qué alcance iba a tener. Puedo poner en boca de todos que ha sido un año para remar. Creo que muchas de las empresas que estamos aquí en Almería nos hemos dado cuenta de que había que dejar de un lado las diferencias y centrarnos principalmente en salir adelante, que esto era de todos y que después tenía que seguir siendo de todos.

– ¿Qué ha enseñado?

Hemos aprendido lo que nunca nos habíamos planteado, que nuestra competencia podía ser nuestra aliada y que donde había debilidades, de golpe, estamos viendo fortalezas, porque el escenario era muy cambiante. Lo ocurrido ha transformado el paradigma completamente de cómo teníamos enfocado todo el mundo, la empresa y la sociedad. Ha sido un cambio muy drástico a nivel general y las empresas hemos tenido que ponernos las pilas. El tema de la digitalización ha sido toda una carrera a lo loco por cambiar, por montarse en un tren en el que unos ya se habían montado y tenían cierta ventaja, mientras que otros han tenido que engancharse al último vagón para ir escalando hacia adelante y posicionarse como han podido. Hemos aprendido unos de otros. Y aparte de todo eso, hay sectores como el de la hostelería, que han tenido un tropezón un poquito más importante y que tenemos que solidarizarnos un poco con ellos. En el momento que nos dejen tenemos que volver a los bares, eso lo tengo muy claro.

Miguel Ángel Moreno, director del Grupo SIL.
Miguel Ángel Moreno, director general de Grupo SIL, durante la entrevista en la Casa de las Mariposas.

Construir un nuevo modelo

-Ha dicho que nos hemos dado cuenta de que nuestra competencia puede ser nuestro mejor aliado. ¿Cuándo las cosas están difíciles es más fácil entenderse?

– Veníamos de un modelo muy competitivo y, cuando las cosas están muy estrechas ya empiezas a ver cuerdas donde no las había y con quien a lo mejor habías tenido rencillas por pequeñeces o tonterías, de golpe y porrazo, te das cuenta de que son empresas con las que tienes unas sinergias importantes. Cuando antes te estabas peleando por poner el último tornillo, resulta que ahora lo que puedes es colaborar para poner una torre entera. Eso no lo ves hasta el momento en el que no te notas un poquito asfixiado. Estábamos en esa dinámica del quiero más, quiero llegar, quiero más, quiero llegar… y de repente dices que ahora no quiero llegar, sino que ahora tengo que construir porque todo lo que había de aquí para atrás ha volado, y eso ya no existe, esto ya es nuevo. Ahora tengo que construir un nuevo modelo y trabajar de una forma totalmente nueva para subsistir. Lo de antes no va a volver. Esto es la nueva normalidad, esto es nuevo, absolutamente distinto a lo que había antes. Incluso las empresas con las que hablamos nos dicen que se dan cuenta de que todo ha cambiado. La hostilidad que antes había, no ya en el mismo sector, sino con los que podían ser sectores paralelos, va despareciendo y va naciendo una ayuda más, un entorno en el que todo el mundo acaba ganando y todo el mundo acaba teniendo su espacio.

– Háblame de vuestra apuesta por la gente joven…

-La mayor parte de los responsables están por debajo de los 40 años. Si todo va bien, hay un proyecto a muchos años con gente joven que tienen un valor y un conocimiento y unas ganas de hacer y de moverse brutal. Se me llena la boca hablando de algunos de ellos. Hay casos de responsables que los mandas a Palencia un mes y te abren una delegación.

-¿Que exista una empresa como la vuestra demuestra que en Almería sí hay industria?

-Sí, en Almería hay industria, mucha industria y este año para olvidar ha sido el que nos ha dado esa clave para darnos cuenta de que Almería necesita dar un cambio y tiene el potencial para hacerlo. Una cosa es tener que cambiar y otra cosa es poder cambiar y en Almería se dan las dos cosas. Almería puede cambiar. Hay un gran movimiento en automatización, en inversiones, en mejoras de competitividad, mejoras de productividad y todo eso lo está haciendo Almería. No ha venido nadie de fuera, sino gente de aquí. Hay un afán de emprendimiento que es lo que caracteriza a la gente de la provincia.

– Prestáis servicios en sectores como el mármol, la industria agroalimentaria… ¿qué hacéis exactamente?

-Tenemos tres líneas de negocio con las que nos movemos y nos encontramos cómodos. Por un lado, tenemos una parte de calderería, soldadura, fabricación de tuberías… por otro lado tenemos esa parte de instalación, proyectos, grandes montajes y luego la parte de mantenimiento, que es la más personalizada la que más cercana está al cliente. En ella trabajas codo con codo con él, y como cada uno es distinto, haces servicios personalizados. No es lo mismo el mármol que la industria agroalimentaria, son servicios completamente diferentes. Nosotros queremos establecer con ellos un vínculo de confianza, que el cliente confíe en nosotros. Nosotros tenemos que hacer estrategia y planificación de mantenimiento de forma personalizada para que se sienta lo más cómodo posible con nosotros y sus instalaciones sean lo más competitivas y productivas posibles.

«Almería tiene que creérselo. Esa es una de las cosas. Almería tiene ese potencial»
«Almería tiene que creérselo. Esa es una de las cosas. Almería tiene ese potencial»

Salir de ésta

– Los meses de marzo, abril del año pasado, con tantas empresas diferentes a las que prestan servicios, tuvieron que ser un auténtico rompecabezas para el grupo ¿verdad?

-Los cambios normativos a los que nos vimos sometidos con todos los clientes a partir del 14 de marzo fueron una locura. El peor mes de trabajo que recuerdo en toda mi vida es el del primer mes tras el estado de alarma. Era una locura poder mantener los servicios en todos sitios, saber qué documentos tenían que llevar los trabajadores, qué teníamos que hacer a nivel de seguridad, qué clientes iban a poder estar abiertos, esfuerzos muy grandes con clientes a los que les estaban obligando a parar o que no tenían claro si lo iban a hacer… Se trabaja con equipos muy grandes y parar no es que les suponga un problema, es que si no les haces el mantenimiento adecuado cuando paran, cuando arrancan van a tener averías y muchos problemas. La plantilla se volcó. Aquello fue un mes de locura. Después todo se fue normalizando. Ese primer mes a nivel documental, a nivel técnico, a nivel de operación, de movimiento, a nivel de todo, fue para olvidar.

– ¿Si se sale de esto se sale de todo?

-No. Quiero pensar que si salimos de ésta doy gracias de salir de ésta, nada más. He aprendido lo que tenía que aprender para salir de ésta, pero que no venga otra. Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer, que se quede así conforme está y que esto sea lo más malo que hemos conocido y que no venga ninguna otra pandemia. Nosotros hemos sobrevivido, nuestros clientes han sobrevivido, pero hay gente que lo ha pasado regular, más bien mal.

-Confianza, ¿Que valores tiene Almería que la hacen mejor y que tienen que tenerse en cuenta de cara al futuro?

-Almería tiene que creérselo. Esa es una de las cosas. Almería tiene ese potencial. Hay muchos comentarios, que si huerta de Europa… pero para serlo hay que trabajarlo y para llegar a ser competitivos hay que creérselo, dar ese empujón. Aquí la gente no es conformista, quiere un poco más, siempre da un último empujón y tiene un carácter diferenciador que hace que no solamente la industria, sino cualquier negocio que haya aquí tenga ese plus, ese extra que le hace ser más competitivo que el resto a cualquier otro nivel.

Necesidades de Almería

-¿Qué necesidades no cubiertas hay que atender?

– El tema de la confianza se va a solventar, Almería la generará y al margen de eso sería importante sacar esas ganas de empezar a dar la vuelta de tuerca a toda la industria y meterla en ese ciclo 4.0 y 5.0, que todo el proceso tenga una huella de carbono cero, cuidar los residuos, esos clichés que tiene Almería, empecemos a darles la vuelta. Todo eso está en transición y ese es un paso que Almería tiene que dar y para ello hay que decir, bueno, aquí generaremos todo lo que haga falta, pero le vamos a dar la vuelta y a aprovecharlo.

– ¿A la vuelta de unos años el panorama empresarial lo va a modificar esa economía circular de la que tanto se habla?

– Sí. Hay que subirse a ella. Almería tiene las posibilidades y el potencial para darle la vuelta a la situación, volverse a colocar en una situación puntera porque no hay en ningún otro sitio, ni en España ni a nivel europeo, en el que haya ese trabajo que hacer. Aquí hay que hacerlo, tenemos que hacerlo. Por ejemplo, todas las empresas hortofrutícolas trabajan con plástico y ahora hay avances, tejidos biodegradables y se están empezando a usar y con ello Almería sube. Eso puede ser una fortaleza.

– ¿Hay sensibilidad, conciencia de que lo sostenible es no solo importante, sino inevitable?

– Empieza a haber de todo. Claro que, ahora empieza a existir esa preocupación y contamos con empresas que ya hacen sus movimientos y que activan procesos en su propia fabricación para que el ciclo empiece a funcionar. Sí que hay una preocupación en las empresas por la sostenibilidad y la economía circular.