REFERENTES

José María Tejera

Consejero delegado Grupo Tejera

«Los dos grandes proyectos de la Almería de hoy son el AVE con el soterramiento y el Puerto Ciudad, que llevamos persiguiendo toda la vida»

La Casa de las Mariposas reúne esta semana al periodista David Baños con el empresario José María Tejera, consejero delegado del Grupo que lleva su apellido para, desde uno de los edificios más simbólicos de la capital charlar sobre los aspectos que preocupan cuando nos disponemos a salir de la crisis sanitaria que ha derivado en otros tipos de crisis y en el planteamiento de nuevos retos para tratar de avanzar. Desde la atalaya del edificio propiedad de Cajamar, que fuera recuperado por la entidad financiera y en cuya rehabilitación participó una de las empresas del Grupo Tejera, ejecutando en un tiempo récord de 9 meses la obra, se plantea la situación creada por la pandemia, la reacción a la misma por parte de uno de los grupos empresariales bandera de Almería, los proyectos de futuro y la posición de Almería ante una nueva salida desde la normalidad, con proyectos pendientes y otros que surgirán conforme pase el tiempo y se consolide la sensación de seguridad.

-Durante este largo año y pico de crisis sanitaria todos hemos tenido que echar mano a algo a la hora de refugiarnos. Bien a la familia, a los libros, al cine, a las series, al deporte. ¿Usted en qué se ha refugiado?

-En mi casa el deporte es una asignatura fundamental, igual que la física, que las matemáticas, que la lengua, fundamental. Yo a todos mis hijos los tengo educados en el deporte, deporte, deporte. Es fundamental para la vida y durante la pandemia lo he tenido presente. Teniendo un centro como EGO en el grupo no podía ser de otra forma.

-¿Qué significa para usted y para el Grupo Tejera este Edificio de las Mariposas en el que nos encontramos y que es uno de los símbolos más representativos de esta tierra?

-Con este edificio tenemos un doble sentimiento. Primero porque participamos en su reconstrucción activamente y de todos los edificios en los que participamos se nos queda siempre un buen sabor de boca. Y segundo por a quien pertenece, ese Grupo Cajamar, con el cual tenemos unos lazos históricos y colaboramos con ellos. Tengo realmente un doble sentimiento

-¿Esto es un ejemplo de lo que es capaz de hacer la iniciativa privada en esta tierra, de lo que lleva años haciendo?

-Claramente esto es un ejemplo, en el centro de Almería, de un promotor privado que, en este caso es la Caja, que es capaz de invertir en un edificio que estaba obsoleto, prácticamente abandonado y convertirlo en un edificio admirable en el que toda la gente se echa fotos permanentemente.

Hay obras, trabajos en edificios emblemáticos repartidos por toda la ciudad en los que Grupo Tejera ha participado. Muy cerquita de aquí está uno de los mercados de abastos más bonitos de España, que también remodeló su Grupo

-De la obra del mercado nos sentimos muy orgullosos. Incluso recibió un premio nacional de arquitectura, lo que es un doble orgullo. Se hizo hace varios años y creo que la ciudad, igual que nosotros podemos estar contentos porque hemos revitalizado una zona a la que le hacía mucha falta.

José María Tejera, consejero delegado Grupo Tejera
José María Tejera, consejero delegado Grupo Tejera, durante la entrevista en la Casa de las Mariposas.

La Almería del cambio

-Por su actividad quizás tiene una perspectiva que no tenemos el resto. El almeriense parece que a veces cae en el lamento fácil, en eso de decir que aquí no se hace nada, que Almería nunca cambia, que las cosas son siempre iguales. ¿Comparte esa visión?

-Evidentemente no puedo compartirla. Si se analizan la Almería de hace veinte años y la actual, se ve que ha sufrido un cambio. Estamos hablando de la actuación de la Rambla, de actuaciones en edificios muy singulares como éste o el Mercado de Abastos y otra serie de instalaciones que se han transformado totalmente. Gente que haya estado en Almería hace 20 años vuelve ahora y no conoce Almería.

-¿Qué necesita Almería para seguir avanzando?

-A mi entender Almería tiene un proyecto en ejecución ahora mismo que es vital, como es la llegada del AVE y el soterramiento y tiene además un proyecto, el Puerto-Ciudad, que esperemos que sea una realidad y que es un proyecto que llevamos persiguiendo toda la vida los almerienses, el que nos abra al mar que es nuestra propia naturaleza y que nos compararía ya con nuestra hermana mayor que es Málaga, que sería un revulsivo en todos los aspectos para Almería, de todo, de lo económico, del turismo… Para mí esos dos proyectos son claves. Uno, la llegada del AVE con el soterramiento, debe estar acabado en tres, cuatro, cinco o seis años y el otro es un proyecto con una iniciativa en la que participan diversas administraciones, la central, la autonómica y el ayuntamiento, por lo que  se tendrán que poner de acuerdo, pues es vital que eso salga en los próximos años.

-¿No vale dormirse, si queremos salir rápido cuando se dé el pistoletazo cuando por fin acabe la pandemia?

-Hay que haber trabajado durante la pandemia para estar en la parrilla de salida y que cuando se dé ese pistoletazo seamos los primeros en salir. El proyecto Puerto-Ciudad ha estado andando durante la pandemia. Es verdad que le faltan algunos flecos, le falta el tema de la financiación, pero no ha estado parado. Hay que estar trabajando permanentemente antes, en medio y después de la pandemia.

«Hay que haber trabajado durante la pandemia para estar en la parrilla de salida y que cuando se dé ese pistoletazo seamos los primeros en salir»

Fondos europeos y pymes

-Se está hablando de la inyección de 140.000 millones de Europa, los 70.000 primeros millones que llegarán pronto y que esos fondos transformarán España ¿Qué le parece?

-Evidentemente, bien gestionados sí que son una grandísima inyección para nuestra economía maltrecha durante la pandemia. Pero mi opinión personal es que tenemos el vehículo, pero no sabemos quién lo va a conducir. Si esos fondos no llegan a las pequeñas y medianas empresas de la forma que tengan que llegar, al final será un dinero tirado al aire. No vale nada que ese dinero se quede en el Ibex 35 porque esas empresas siempre van a ir bien. Sin embargo, a la pequeña y mediana empresa, que es la que ha sufrido realmente esta pandemia, o le llegan esos fondos de la forma que sea o será un desastre. No sé ahora mismo como se está gestionando o quien lo va a repartir, pero o lo hacen o no servirá de nada.

-En Grupo Tejera se tienen varias líneas de negocio, muy diferentes, ¿Cómo se han podido gestionar empresas tan diversas en un año tan complejo?

-El mes de marzo del año pasado yo lo tengo tatuado en el pecho con sangre. Será algo que no se me olvidará. Cae una bomba atómica y de un día para otro se declara un estado de alarma. Yo recuerdo ese domingo primero del estado de alarma en mi oficina, ante el ordenador, sorprendido, abatido… sin saber qué hacer. Es verdad que los empresarios somos una estirpe de valentía, de riesgo, aventureros y nos auto insuflamos inmediatamente energía. Convoco a todos mis manos derechas e izquierdas, a mis pies y a las cabezas pensantes del Grupo. Analizamos la situación global, algo difícil de analizar porque nunca habíamos visto caer una bomba atómica. Es simple te cae y no sabes ni cómo actuar. Analizamos todas las empresas del grupo en su conjunto y luego empresa por empresa. El Grupo está muy diversificado y cada empresa tenía su estructuración, su estrategia para salir, sus problemas propios y poco a poco hemos tenido que ir haciendo muchos encajes. Pero si tengo que destacar algo, me quedo con todos los trabajadores de todas las empresas del grupo, con su saber estar, con su trabajo, con su sacrificio…

Los pies en el suelo

-¿Es el momento de apostar fuerte por el futuro?

Soy una persona valiente que siempre está pensando en hacer cosas nuevas y es cierto que ahora este golpe, no creo que solo haya sido a nosotros, nos ha hecho plantar los pies en el suelo. Ahora aventuras, las justas. Pero bueno, seguimos teniendo cosas. Hay proyectos que ya los teníamos andando y que se paralizaron durante la pandemia, como el puerto deportivo de Carboneras, una concesión a 40 años al que esperamos poner la primera piedra este año para tenerlo el año que viene acabado.

-Una ilusión, un deseo …

-Mi mayor deseo evidentemente ahora es que volvamos a la normalidad cuanto antes porque eso es lo que va a hacer que todos los negocios que han ido mal vuelvan a tener ilusión por vivir, por trabajar. Eso es lo primero. Es cierto que tengo dos deseos chiquititos: viajar, todos los años viajo cuatro o cinco veces. Desde hace 20 años tengo un grupito de amigos con los que me voy a bucear a un lugar del mundo con tiburones en libertad y eso quiero repetirlo pronto.