REFERENTES

José Ángel Ferrer

Socio fundador y director general de Ferrer Arquitectos

«Almería está en un punto en el que hay muchas cosas que hacer, pero que ya se están haciendo»

El salón de actos de la sede central de Cajamar en el Parque Tecnológico Industrial de Almería (PITA) ha suido esta vez escenario de la charla entre el periodista David Baños y el arquitecto José Ángel Ferrer, socio fundador y director general de Ferrer Arquitectos, empresa de servicios de arquitectura creada en 1993, año en el que su fundador inició su actividad en Almería para una década después abrir estudio en Madrid, desde donde se acometen proyectos nacionales e internacionales y donde compatibiliza su actividad fundamental como Arquitecto Principal y Director General con la actividad eventual docente como profesor de Proyectos Arquitectónicos o ponente en conferencias, jornadas o congresos. La empresa tiene como valor diferencial el diseño de edificios singulares tomando como base la luz y la sostenibilidad, dentro de un estricto cumplimiento de costes y plazos y con una clara orientación a la calidad arquitectónica y a la satisfacción del cliente y del usuario final.

-¿Cómo ve usted Almería en este momento? ¿Dónde diría que está nuestra tierra?
-Creo que Almería está ahora mismo en un momento muy dulce, en un punto donde, por supuesto, hay muchas cosas que hacer, pero donde ya se están haciendo. Tenemos algunos ejemplos ya, como todo el tema del soterramiento, el Paseo, el Puerto… Es decir, tenemos la ciudad levantada. Prácticamente paseas por la ciudad un poco, te mueves un poco en coche por ella y no hay nada más que obras por todas partes y eso significa que pronto vamos a ver los resultados y un cambio importante.

-O sea, que estamos en un proceso de transformación que era necesario para que Almería ocupe el lugar que se merece.
-Bueno, sí, por supuesto creo que son necesarias no solo las obras que se están haciendo, sino probablemente muchísimas más. Hay cuestiones como el centro histórico, como toda la zona del entorno de Alcazaba, como toda la apertura de la ciudad al mar, que aún no terminan de resolverse, pero las cuestiones que ahora mismo están en danza, como puede ser el soterramiento, son obras muy necesarias para toda la ciudad y para el futuro de la ciudad.

-Muchas veces los ciudadanos se han quejado de que la ciudad ha crecido de una manera desordenada, incluso sin apego a su historia, a aquellos valores arquitectónicos que presentaban el mismo centro de la ciudad. ¿Cree que eso se ha se ha corregido, se está corrigiendo o se puede corregir?
-La evolución que ha tenido Almería es una evolución que, por la por la situación geográfica que tiene el centro histórico que está en un lateral de la ciudad, pues no es un crecimiento concéntrico, como el de otras ciudades donde su centro histórico está en el centro geográfico de la propia ciudad. Eso ha hecho que el centro histórico de alguna forma cada vez esté como más orillado, queda como más en el extremo de la ciudad. Y eso es un hándicap que tenemos y un lastre que, desde luego, hay que corregirlo y eso forma parte desde luego de en otras cosas, de las administraciones, de nuestros gobernantes, para apostar de una forma definitiva y con fuerza por el centro histórico para que no se quede como algo residual, sino que realmente sea, además de centro histórico, sea centro neurálgico y centro de la historia de la ciudad.

– Si le preguntara por un espacio que le atraiga especialmente de Almería ¿cuál sería?
-Todos los espacios de la ciudad y de la provincia que tienen cierta conexión con el mar, me atraen. Desde la propia Alcazaba, el Cable Inglés, la costa. Antes hablábamos del centro histórico, yo creo que hay espacios también en el centro histórico, la propia nuestra propia plaza Vieja la plaza del Ayuntamiento, un espacio muy interesante, pero en general sí es verdad que siempre busco la profundidad de vista, la vista del horizonte del mar. Esa conexión de la ciudad con el mar para mí es muy atractiva, pasear por el paseo marítimo o pasear por lugares próximos al mar, que ya no solo por la vista, por la profundidad de vista, sino oler el yodo, el agua. El ambiente marino es para mí es muy agradable y además me energiza, me estimula.

-Estamos en el parque de innovación tecnológica de Almería, en el Pita y aquí hay algunos edificios modernos, corporativos interesantes, como el edificio central del Parque, donde empezó todo, el edificio Pitágoras, ¿Qué le parece el desarrollo de este espacio que estaba poco menos que en el desierto, en la nada?
-Esto ha sido un punto de inflexión dentro del desarrollo de la ciudad y del desarrollo empresarial de la ciudad. Recuerdo cuando nosotros ganamos el concurso para hacer precisamente el primer edificio del parque, el edificio Pitágoras, que efectivamente no había nada y a mí me gusta, cuando hago el proyecto de un edificio, tener condicionantes, es decir, que haya edificios al lado o que haya accidentes geográficos, que haya elementos que, de alguna forma, te den argumentos para hacer tu propio edificio. Sin embargo, en aquel momento el único argumento que teníamos era que los propietarios del Parque, los gerentes del Parque, lo que querían era un Parque muy tecnológico, moderno, innovador y eso es lo que nosotros intentamos con aquel edificio, que fuera una de alguna forma una referencia para todos los edificios que vinieron después.

Ahora mismo tenemos Almería capital levantada y prácticamente paseas por la ciudad un poco, te mueves un poco en coche por ella y no hay nada más que obras por todas partes y eso significa que pronto vamos a ver los resultados y un cambio importante

-Eso era muy importante, ¿no? Porque si la apuesta inicial no es tan ambiciosa, quizás lo que viene acompañando después se parece, ¿no?
-Claro, era uno de los condicionantes de hecho la propiedad en aquel momento del Pita tenía un interés muy grande en que ese primer edificio fuera una referencia a nivel tecnológico, a nivel de diseño, para todos los edificios posteriores del Parque. Por lo menos intentamos reflejar esos valores que nos transmitió la propiedad y bueno, y ahí está y ya no solo ese edificio, sino como tú bien dices, pues este este magnífico edificio que ha hecho ahora Cajamar, que es un espacio extraordinario que yo creo que es un orgullo no solo para la ciudad, para la provincia, sino para todos los que trabajan aquí.

-Ferrer Arquitectos está especializada precisamente en este tipo de edificios, de proyectos corporativos, modernos, sostenibles, que miran al futuro y que por sí solos tienen que contar cosas, ser un relato en sí mismo de lo que significa esa corporación, esa entidad, ¿no?
-Sí, así es. Nosotros de alguna forma estamos poniendo el foco y desde hace muchísimo tiempo en ese tipo de edificios corporativos de grandes empresas y lo que intentamos es reflejar los valores precisamente de esas empresas. No todas las empresas tienen los mismos valores, ni todas las empresas quieren transmitir lo mismo. Cada empresa tiene sus cualidades, tiene sus necesidades, quiere transmitir unos valores y unas cuestiones diferentes y nosotros ponemos mucho el foco en esas cuestiones, en reflejar los valores de la empresa y reflejarlos de forma que pongamos también el foco en las personas que van a trabajar en esa empresa. En ese sentido le damos mucha importancia a todo lo que tiene que ver con el funcionamiento y con la organización interna del edificio, de cómo se mueven las personas dentro del edificio, cómo perciben la luz, los espacios.

José Ángel Ferrer, Socio fundador y director general de Ferrer Arquitectos
José Ángel Ferrer, Socio fundador y director general de Ferrer Arquitectos

-En los últimos años hay un concepto que todos hemos acogido perfectamente, pero que está suponiendo un reto, que es el de la sostenibilidad. Ese también ha llegado a la arquitectura, al diseño de todos estos edificios, ¿cómo os enfrentáis desde Ferrer Arquitectos a la sostenibilidad, a ese reto?
-El término sostenibilidad es un término un poco manido ya, pero no deja de definir una serie de conceptos alrededor de los que nosotros entendemos que hay que diseñar los edificios y que hay que proyectar los edificios. Es decir, tenemos que hacer edificios efectivamente más sostenibles en el tiempo, edificios que se transformen de una manera fácil, que sean versátiles Hoy en día diseñas un espacio en un edificio para dos, tres años y a los tres o cuatro ya hay que transformarlo, entonces hay que hacer edificios pensando precisamente en que esas transformaciones tengan el mínimo coste, sean lo más sostenible posible. Ese es uno de los grandes retos a la hora de proyectar y eso es algo que lo llevamos en el ADN y, desde el principio, intentamos que todos nuestros edificios de alguna forma tengan esa capacidad, esa polivalencia, esa versatilidad para que las transformaciones sean lo más fáciles posible, lo más económicas posible y luego utilizar materiales que sean lo menos costosos posibles. No tiene sentido teniendo por ejemplo las piedras, las canteras que tenemos en la provincia de Almería, traernos piedras de Brasil o piedras de China.

-No es solo sostenibilidad, es sentido común también.
-Se siguen haciendo proyectos donde de pronto alguien piensa, «no, no, esto no lo vamos a traer». ¿Una piedra de China?, bueno, a lo mejor en algún proyecto concreto puede tener sentido. No digo que no, pero hay que intentar construir con los materiales que tienen más a mano, con los materiales más accesibles y con los que supongan un menor coste y un menor trabajo de transformación para el medio ambiente.

-Hemos hablado al principio que la ciudad está en obras en este momento, además en distintos puntos. Uno de ellos seguramente el más importante, por la envergadura de del proyecto es el soterramiento. Ustedes también forman parte de proyecto. ¿En qué momento está ahora mismo?
-Estamos trabajando ahí, llevamos la asistencia técnica, la dirección de obra del soterramiento, una actuación de mucha envergadura y de mucha trascendencia para para la ciudad de Almería. El soterramiento no es solo el soterramiento, es también la estación, la nueva estación del AVE y la nueva estación de autobuses, es decir, un conjunto de obra en lo que estamos trabajando de una manera muy intensa. Creo que hay bastante interés por parte de todas las instituciones en que las obras terminen lo antes posible, aunque, en fin, yo tengo mi reserva respecto de los plazos que algunos políticos comentan, pero bueno, lo que sí tengo que decir es que esto no tiene marcha atrás, es decir, la obra va a buen ritmo y yo creo que muy pronto muy pronto podremos montarnos en el tres o tres horas y media siempre que no hagamos demasiada escala, porque bueno, eso luego será otro tema.

– ¿Qué más le falta a Almería para equiparse a otras grandes ciudades que se nos vienen a la mente?
-Pues mire, yo creo que lo más importante que le falta a Almería es que los almerienses nos creamos que realmente nuestra ciudad puede ser realmente una ciudad importante y de referencia. Yo creo que eso es lo más importante porque muchas veces hacemos obras y acometemos obras y se hacen obras en el centro histórico, se hacen, pero a lo mejor no se hacen con la calidad suficiente, con el nivel suficiente y al final bueno, pues los resultados no son los que se desearían. Creo que tenemos que ser un poco más ambiciosos, los ciudadanos, nuestros políticos. Hay que pelear las cosas y hay que pensar en grande. El Paseo, el centro histórico… y el Paseo Marítimo, que necesita un proyecto de reforma importante para ponernos a la altura de lo que merece la ciudad.