REFERENTES

Jesús Barranco

CEO de La Unión

«Almería está en el mapa de producción, a nivel de trazabilidad y seguridad alimentaria somos intachables y a nivel ecológico somos vanguardia»

La Casa de las Mariposas de Cajamar, vuelve a ser escenario de un nuevo encuentro informativo de `Almería en futuro’, esta vez con el CEO de La UNIÓN, Jesús Barranco, en conversación con el periodista David Baños sobre su empresa y el papel de la misma en el entramado agrícola de la provincia, en el que cumple su trigésima campaña y donde cuenta con una reputación ganada a base de esfuerzo y trabajo. La Unión da salida a la producción de 3.500 explotaciones familiares que emplean a 15.000 personas y aparte de marcar a diario los precios de referencia, se muestra comprometida con la trazabilidad de los productos desde el campo hasta la mesa de los consumidores, con novedades que mejoran la calidad de nuestras frutas y hortalizas, cultivando un futuro común para todos. De eso y con una mirada al futuro de la provincia, el encuentro nos lleva a profundizar en la importancia que para la economía provincial tienen este tipo de empresa que no solo se ha mantenido durante treinta años en el panel agrícola provincial, sino que desde su transformación participa en la propia transformación de un sector primordial para el crecimiento de Almería.

¿Cómo han empezado este año las cosas en La Unión?
-Han empezado con volúmenes muy similares al anterior. Creo que el precio del pepino en la campaña pasada ha hecho que muchos agricultores apostasen por el producto temprano y, sin embargo, las circunstancias son distintas porque yo creo que el efecto de Holanda al retrasar sus cultivos y las buenas temperaturas están haciendo que todos los cultivos en Europa estén productivos y, de hecho, en países como Polonia quizá hasta la primera quincena de octubre estén con producciones locales y eso e s lo que tenemos. No estamos solos y en el mercado influyen muchos países, no sólo terceros, sino también las producciones locales y tenemos que competir con todos.

-Imagino que satisfecho con las cifras de vuestra compañía que no son fruto de la suerte, sino del trabajo de mucha gente y de muchos años.
-Sí, son tiempos difíciles en los cuales, a pesar de que el mercado se está contrayendo y, según estudios de la Asociación de Estudios Cooperativos (AECOOP), el consumo de frutas y verduras está decayendo en frescos alrededor del 2,6 % anual no sólo en 2023, también lo hizo en 2022. Incluso el sector del pack y embalaje comentan que el sector agroalimentario ha descendido casi un 15% en función de cuál sea la rama e incluso grandes multinacionales en las que todas compramos en los lineales también han retrocedido en cuanto a volumen. Momentos en los que todo esto se conjuga con una inflación no conocida que nadie de los que estamos hemos vivido situaciones similares y es verdad que el gran reto es repercutir en todos los costes que estamos incrementando y sin fecha de finalización al canal. Pero por otra parte el consumidor se está empobreciendo por esta inflación y según estudios británicos el empobrecimiento de la sociedad está cercano a las 1.800 libras por persona y año. Entonces la difícil situación donde si el consumidor se empobrece, y es verdad que tiene que comer, que por un lado somos sector refugio, pero también están muy mal acostumbrados a que el producto nuestro es barato y estamos acostumbrados a que cualquier producto agroalimentario quieres que sea barato. Es uno de los grandes retos que afrontamos como sector, no como empresa.

-En un momento como este que hay que hacer ajustarse y tratar de vender a precios que al final sean baratos, asequibles para el consumidor o especializarse, diferenciarse y buscar esa ventaja sobre nuestros competidores ¿o a lo mejor hay que hacer las dos cosas?
-Dadas las circunstancias hay que hacer un poco de todo. Hay que buscar los productos que más margen te puedan permitir, hay que optimizarse en todo lo que tenga que ver con la eficiencia a nivel de producción, intentar limar costes productivos, intentar que lo que antes era una merma convertirla en una presente económico. Las cadenas y el mercado se comportan de forma distinta, creo que la gestión de las cuentas tiene que ir muy de la mano del proveedor para construir conjuntamente, pero no es un escenario fácil.

Competencia

-¿Y qué ventaja puede tener Almería como sector de invernaderos solares frente a esa competencia que viene de terceros países?
-Una de las grandes ventajas es lo que se ha construido durante mucho tiempo y es que Almería está en el mapa de producción, ya no tienes que explicar lo que es Almería a cuando vas a visitar a algún cliente; a nivel de trazabilidad y seguridad alimentaria somos intachables y a nivel ecológico somos vanguardia. Otros países nos pueden cazar porque al final la tecnología y el conocimiento se puede adquirir, y quizás está ahí un poco la diferencia. En países como Italia están teniendo dificultades con el agua que es otra de las grandes cuestiones que todavía en Almería estamos capoteando y otros países, como los centroeuropeos, tienen que tirar de los combustibles fósiles para tener ese calor que aquí teneos los costes energéticos no son los de hace apenas dos años y ahí tenemos una ventaja competitiva, pero también es verdad entran otros factores como los productos locales que también son una tendencia del consumidor.

Recursos

-La sequía es una dificultad y Almería, con trabajo, con esfuerzo, con tecnología, con investigación e innovación ha ido superando todos esos restos como el del agua, ¿vamos por delante?
-Somos un sector que por el esfuerzo de tantos años podemos ir por delante. También hay recursos que sabemos que para nosotros nunca han sido fáciles. Los recursos hídricos tenemos todos una conciencia sobre el uso de ellos que quizá en otros lugares incluso de España no se ha tenido Todos nos sorprendemos cuando vamos a una zona de cultivo y riegan a manta. Nosotros lo vemos siempre como un derroche. Al final la cultura es una pieza fundamental de cualquier sociedad y en Almería tenemos una gran cultura con respecto a ciertas cuestiones que tienen que ver con el agro. En algunas cosas sí que somos pioneros, en otras cosas hemos avanzado, pero no lo suficiente, a lo mejor es aspectos como las infraestructuras y sobre todo en comunicaciones aéreas que todavía nos queda dar un paso adelante.

Por nuestro ADN es fundamental que una sociedad pueda fijar precios en función de la oferta y la demanda, que sea transparente y lo más dinámica posible

-Afortunadamente hay retos que afrontar, trabajos por hacer y metas por alcanzar. Esta que empieza es la campaña número treinta de la Unión. ¿Desde La Redonda, donde está ese centro desde el que se fijan los precios de referencia?
-Todos sabemos que en este sector parte fundamental han sido las subastas o alhóndigas y que aportan precisamente esa posibilidad de que haya un precio de referencia y sin ellas quizás no sabríamos lo que sería Almería, que sería otra cosa. Por nuestro ADN es fundamental que una sociedad pueda fijar precios en función de la oferta y la demanda, que sea transparente y lo más dinámica posible y eso efectivamente sobre todo en El Ejido donde floreció este modelo, que es un modelo de referencia.

-Unos 400 millones de kilos comercializados, 349 millones de facturación son las cifras de La Unión den la pasada campaña ¿Ha evolucionado ese negocio de la alhóndiga, e la subasta abriendo la comercial y apostando por nuevos proyectos?
-La Unión se fundó siendo fundamentalmente un modelo de comercialización vía subasta. Este modelo ha ido evolucionado conforme se entendió, sobre todo por mi padre, que se debía fomentar y tener una cartera de clientes propios y que no toda la fijación de precios dependiese de agentes externos que actuasen en la subasta y eso le llevó a hacer un modelo de diversificación en cuanto a como gestionar la demanda comercial y como atacar el mercado y efectivamente lo que empezó siendo una subasta posteriormente tenía un centro de manipulado y a día de hoy tenemos cinco centros de manipulación de productos y hasta una treintena de centros de recogida de acopio de producto del agricultor y centros en distintas líneas que antes no estaban en una previsible hoja de ruta como puede ser el ecológico, el tropical o los productos transformados.

-¿Cómo eran los recuerdos de su padre de ese contraste entre esas etapas iniciales?
-Mi padre ha sido una persona que asumía siempre los riegos, con mucha determinación y al final hacía los proyectos con los que se sentía cómodo, que eran los que desarrollaba, El mercado de 1993 y de incluso antes no era igual que el de 2023. Las cosas han cambiado y cosas que antes eran impensables hasta hace poco, temas de prevención de riesgos laborales o fumar en una subasta, ahora están ahí. Todos esos cambios culturales se han tenido que ir forjando internamente, no sólo en el sector, también en la empresa y mi padre pensaba que nos estábamos burocratizándonos mucho, pero no era que la empresa se burocratizara, sino que la sociedad, la administración y el mercado te impone unas nuevas normas de juego que tienes que ir adaptando. Él donde se sentía muy cómodo era en la subasta.

Jesús Barranco, CEO de La Unión, durante la entrevista.

Futuro

-¿Tiene claro dónde quiere que esté La Unión en cinco, diez años?
-Nosotros queremos seguir siendo una empresa estratégica para el sector. Tenemos claro cuáles son las líneas que estamos trabajando. Queremos que la parte del negocio tradicional actual tiene que ser relevante para nosotros con las grandes cuentas y luego deben ir desarrollándose las demás líneas. No sé hasta qué punto en protagonismo. Ese es un gran reto porque algunas de ellas han dado un giro espectacular en cuanto a demanda, volumen y quizá sea el momento en el que alguno de los grandes retos, como en el de la transformación, quizás podamos aportar un granito de arena importante de ser la punta de lanza de Almería para el sector de la transformación agroalimentaria.

– ¿Se ha parado a pensar si da vértigo el estar al frente de una empresa con esos volúmenes, con esa importancia?
-Evidentemente. Siempre hay momentos en los que te puedes encontrar un poco solo, lo que se llama la soledad del directivo, y a veces cuando tienes ideas que no son las más convencionales o tradicionales del sector evidentemente en la toma de decisiones te puedes sentir un poco diciendo si seré yo el que está dando un paso que me corresponde al momento actual.

-¿Cómo ve el futuro de Almería más allá de la agricultura?
-Como provincia tenemos varios sectores que son punteros, El de la agricultura y el de la piedra son sectores constatados con empresas muy competitivas y referentes mundiales. El sector turístico es el que debería empujarse más. Creo que, a lo mejor Almería, junto a otras provincias, debería hacer una oferta más amplia. Nos queda mucho por hacer. En cuanto al valor añadido que les damos a los productos, todavía nos falta mucho. Hay que unificar criterios y apostar conjuntamente. Tenemos que ser mucho más abiertos a colaborar con nuestro entorno más próximo y hacer apuestas más fuertes.

-Termine la frase: La Unión…
-… hace la fuerza.

-¿Ese sentimiento lo tienen dentro de la empresa?
-Allí lo que se suele decir por los empleados y los agricultores es que se consideran unioneros. Es fundamental. La Unión sin una percepción de marca y sin una reputación no podría estar donde está ahora mismo.