Francisco Javier Marín
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Francisco Javier Marín
«Los centros de las ciudades y los centros comerciales son perfectamente compatibles»
El sector de las grandes superficies se sienta esta semana en el salón de la Casa de las Mariposas para seguir hablando de Almería, de su presente y futuro. El periodista David Baños mantiene la conversación semanal con Francisco Javier Marín, director general de Bogaris Retail, gestor del Centro Comercial Torrecárdenas, el último de su estilo en incorporarse a la oferta de Almería y cuyo proceso de creación fue seguido con mucha atención por la ciudadanía. El comprar, el vender, la búsqueda directa, poder tocar… en definitiva, llevar a cabo una acción comercial en las mejores condiciones, dan para una charla distendida y enriquecedora en un lugar tan emblemático como el escenario propiedad de Cajamar que apoya esta sección de ‘Almería en Futuro’.
-Resúmame en lo profesional este año tan extraño y tan largo
-Este año, un año difícil. Un año que nos ha puesto un reto muy importante a todos. Veníamos de un año todavía más difícil, el 2020, y todo el mundo esperaba que el 21 fuera el año de la recuperación y no ha sido así, se ha retrasado. Aun así creo que todos debemos abandonar un discurso victimista y tenemos que pensar qué podemos hacer para mejorar nuestra realidad, para mejorar nuestras empresas, nuestros proyectos, para salir adelante con la máxima fuerza posible. Y en eso es en lo que estamos centrados en Bogaris.
-¿Cómo se gestiona en Almería una superficie de las características del Centro Comercial Torrecárdenas durante una pandemia como esta que ha tenido diversas fases, desde el cierre prácticamente total a tener que convivir con restricciones de horario, toques de queda…?
-Para nosotros ha sido un reto enorme porque un centro comercial tiene realidades diversas que hay que conjugar. No es lo mismo un centro de bricolage, que otro de electrodomésticos, que un supermercado, o que un área de ocio o la moda… Cada uno de ellos tiene unas necesidades y hay que intentar conjugarlas y además la pandemia le ha afectado a cada uno de una forma muy distinta. Todo eso ha sido difícil, ha sido complejo. Nosotros, desde el principio lo que hemos intentado desde Bogaris ha sido trabajar mucho, poner muchos medios y superar los retos. En el año 2020 lo primero que hicimos en marzo fue intentar analizar jurídicamente cuál era la realidad y a partir de ahí intentar ofrecer soluciones de la mano de nuestros operadores. Después nos hemos encontrado con empresas que han atravesado muchas dificultades financieras, alguna que está en suspensión de pagos, algunas que necesitaban un apoyo puntual y distinto del de otras. Nos hemos puesto a trabajar con cada una de ellas, también analizando cuales eran nuestras probabilidades, nuestro bolsillo y nuestra cartera. Con todo eso, yo creo que si somos capaces de sobrevivir a esta crisis vamos a salir más reforzados de ella.
– ¿Si podemos con esto vamos a poder con todo?
-Eso es y esa misma lectura vale para el centro comercial, la ciudad, la provincia de Almería, Andalucía y España en general. Creo que el enfoque tiene que ser, por supuesto, analizar dónde podemos mejorar, dónde tenemos que trabajar y empujar sin llorar demasiado.
Cambio en el consumidor
– ¿Ha cambiado mucho la forma de actuar del consumidor? ¿En qué se ha modificado?
-El gran reto para el empleo, para la inversión, para el desarrollo, está en el comercio electrónico, en cómo eso está modificando el comportamiento del consumidor, pero también en cómo está modificando las relaciones laborales y en cómo está modificando incluso la tributación y la fiscalidad. Ahora mismo hay un problema enorme de competitividad. El comercio electrónico está abierto las 24 horas al día de lunes a domingo ¿cómo te enfrentas a eso? No es fácil, y además con unas ventajas competitivas mucho menos tributarias importantísimas. Eso es una realidad de la que alguien se tendrá que ocupar. Y las nuestras están en otro campo, en aquellos consumidores que buscan en la compra una experiencia. Si fuéramos seres únicamente racionales tendríamos dos camisas de invierno, otras dos de verano y se acabó, pero como somos seres emocionales, la experiencia de compra es importante y ahí es donde si está nuestra baza, donde nosotros tenemos que conseguir que el consumidor se sienta seguro con nuestros proyectos, más seguro que en ningún otro sitio.
– ¿Cómo han trabajado en eso?
-Nosotros no hemos escatimado medidas. Hemos hecho que nuestro proyecto fuera un ejemplo, que aquí en Almería fuera un ejemplo de seguridad. Lo mismo desde el punto de vista de qué cosas podemos mejorar, que actividades tenemos que complementar, que experiencia podemos ofrecer. Nosotros aquí en Almería hemos desarrollado yo diría casi una obsesión de intentar unir el proyecto al tejido empresarial local y a la actividad cultural de la ciudad.
Egoísmo inteligente
-Parece que a su proyecto le pueden haber surgido novios inversores interesados en el centro comercial. ¿Su objetivo es venderlo o es otro?
-Bogaris es una compañía promotora porque desarrolla los proyectos, tramita el urbanismo, En Almería firmamos en 2004 nuestros contratos y hemos estado durante todo el proceso de tramitación, incluyendo la crisis de 2008, y hemos cumplido todos nuestros compromisos con la ciudad de Almería durante el proceso de desarrollo. Bien, pues a partir de ahí hemos hecho un proyecto, lo hemos abierto al público y nuestro objetivo es cobrar rentas. Ahora bien, para cualquier empresa sus activos son susceptibles de rotarse. ¿Vamos nosotros a rotar el activo de Almería? Podría pasar. ¿Es nuestro objetivo?, no. Nuestro objetivo es explotarlo como estamos demostrando. Llevamos dos años muy presentes en la vida económica y cultural de la ciudad. Por supuesto que somos una empresa privada con ánimo de lucro y tenemos que ganar dinero, pero de una forma que yo denomino, predicando un egoísmo inteligente. Es decir, ganando y haciendo que los que están en nuestro entorno también se enriquezcan.
– ¿Qué vio Bogaris en Almería para instalar aquí su superficie comercial insignia, la más importante que tiene el grupo?
-La realidad empieza a confirmar el diagnóstico que hicimos. Nos dimos cuenta de que Almería era una capital de provincia que había sido olvidada en muchos aspectos y que por fin empezaban a ocurrirle cosas que se merecía. Llegaban las infraestructuras, había una gestión municipal brillante que solo ha ido a más y que cada día se ha hecho mejor. Todo lo que se ha hecho en la ciudad ha ido a mejor con bastante buena gestión de los recursos públicos. Lo que vimos en su momento fue que Almería había sido olvidada en el pasado y que la cuidad no presentaba el liderazgo y protagonismo de la provincia que le correspondía. Era la única capital de provincia que no lideraba su provincia en determinados aspectos y, sin duda, en el comercial.
-Estamos hablando de la Almería de hace veinte años prácticamente y se refiere a la situación que podía darse comercialmente con Roquetas de Mar o con El Ejido.
-Ahí nos dimos cuenta de que había una oportunidad, que había un nicho de mercado. Esa oportunidad la desarrollamos, invertimos y trabajamos durante muchos años en un proyecto de más de 130 millones de euros de inversión. Hechos, como decía mi padre, son amores y no buenas intenciones. Cualquier almeriense puede apreciar que hay un proyecto con diseño vanguardista que tiene todas las grandes anclas y operadores de referencia en el panorama nacional, que además se ha hecho integrando a operadores locales y de la zona, intentando ese guiño al ámbito cultural, intentando también integrar esas sensibilidades.
Centro ciudad vs centro comercial
-Vuestro arranque, la puesta en escena en esta ciudad en torno al mundo del cine con aquella gran alfombra roja, pero también se ha hablado del turismo, del peso del turismo en Almería. Menuda tiene encima el turismo ¿lo vamos recuperar?
-Yo estoy convencido de que sí. Sin duda el turismo tiene un enorme potencial en Almería, por la playa y el sol, pero también por la riqueza cultural. Siempre he compartido una reflexión con las autoridades sobre como los turistas que aterrizan en el aeropuerto se cogen el coche y se van a ver el Cabo de Gata y que se debía hacer un esfuerzo para que viniesen a ver la Alcazaba, el cargadero de mineral, para que compren en el centro de la ciudad o en nuestro centro comercial… para eso, por supuesto, en lugar de quejarse hay que ofertar y para eso hay que trabajar y Almería ha trabajado un montón.
– ¿Son compatibles los centros de las ciudades y los centros comerciales?
-Absolutamente. Los centros de la ciudad y los centros comerciales son perfectamente compatibles y si se ven con suficiente perspectiva se da uno cuenta. Esta crisis ha golpeado al comercio duramente, tanto al del centro de las ciudades como al del centro comercial. en términos de rentas, de operadores…, quizá es más evidente en el centro de la ciudad. Este tipo de crisis obliga a una renovación que, a veces, está ahí larvada, que no se llega a desarrollar y que de pronto aflora de una forma dramática con estas crisis. A lo que se está enfrentado Almería no tiene ninguna diferencia con lo que están afrontando Málaga o Sevilla, la calle Larios, la calle San Eloy… es un efecto que está ocurriendo de forma general. La salida de esto no creo que vaya por el enfrentamiento de las dos fórmulas de comercio tradicional, del pequeño comercio y el de los centros comerciales. La fórmula para encontrar salida a esto pasa por trabajar juntos, que nos hagan crecer y hagan crecer la tarta frente al comercio electrónico. Que hagan crecer la experiencia de compra. Lo que de verdad yo creo y ese es nuestro empeño, y así lo hemos propuesto y lo vamos a seguir proponiendo a Asempal y a la Cámara de Comercio, es que hay que trabajar juntos para que haya muchas iniciativas que enriquezcan la experiencia de compra.