Enrique de los Ríos
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Enrique de los Ríos
Gerente de Unica Group
«El Almería hacemos bien las cosas, producimos bien y con calidad, pero el gran problema es nuestra falta de unidad de acción tanto comercial como de marketing y de lobby»
De la mano de Almería en Futuro el gerente de Unica Group, Enrique de los Ríos, y el periodista David Baños, mantienen, en el escenario de la Casa de las Mariposas de Cajamar, patrocinadora de esta serie periodística, una conversación acerca del hoy y el mañana del agro almeriense en la que abordan los problemas que se presentan en la actualidad no sólo a los productos agrícolas almerienses, sino también a los modelos de gestión con los que cuenta el sector, los que maneja la competencia, las formas de penetrar en el mercado, los apoyos que se tienen y los que se necesitarían de cara a un futuro que se está fraguando precisamente hoy.
La charla se inicia comentando lo que, en los últimos años, se ha convertido en un mensaje habitual en los medios de comunicación cuando, al traspasar los Pirineos, se intenta devaluar los productos agrícolas de Almería y termina con la enumeración de las cosas que se deben hacer para que Almería y su agricultura se mantenga en un lugar de privilegio en los mercados, liderando el respeto a sus productos, la profesionalidad de sus agricultores, la innovación en el campo y la buena gestión en la comercialización. Para Enrique de los Ríos, el secreto está en la unidad de acción, algo de lo que se viene hablando desde hace tiempo y que no se ha alcanzado todavía el nivel deseado.
-¿Si le digo que las ensaladas que se comen en Europa están hechas de la explotación laboral en el sur, o que en los invernaderos se utilizan muchísimos pesticidas y que no reciclamos los plásticos que me contesta?
-Ese es un mensaje como el de que nos bebemos el agua de los urbanitas; el agricultor, envenena; el ganadero, es un maltratador de animales o el pescador esquilma los mares. Son mensajes que se están transmitiendo en Europa por grupos de interés que están haciendo su trabajo de lobby o bien para conseguir cuotas de asociaciones medioambientalistas, o bien para conseguir el voto por determinados partidos. Eso es algo que tenemos que combatir inteligentemente porque la realidad no es así.
-¿Acaso es una manera que tiene el urbanita de lavar su conciencia?
-Bueno, todos somos objeto de marketing y lobby. Determinados partidos políticos y asociaciones medioambientalistas están yendo fuerte a donde está el 80% de la población europea, que es en la gran ciudad y necesitan un enemigo para justificar sus acciones. Se está enfrentando al urbanita con el rural y ese enfrentamiento es pegarse un tiro en el pie.
-¿Esa conciencia, cómo se cambia?
-Se puede cambiar y se tiene que cambiar. No es fácil, evidentemente, porque esto nace de grandes presupuestos de marketing, de grandes lobbies que están haciendo su trabajo y de, sobre todo, de nuestra inacción. Nuestro gran problema es nuestra falta de unidad de acción tanto comercial como de marketing y como de lobby. Si nosotros nos pusiéramos en nuestro sitio, posiblemente ese impacto de esas personas no sería tan fuerte.
-¿Qué ha pasado en Almería en los últimos 60 años?
– De una provincia que era una de las más pobres de España se ha producido el milagro de crear riqueza y en positivo. No solamente es que se genere empleo y dinero, sino que se hace desde un punto de vista de salud de lo que se produce, de un punto de vista social de reparto de riqueza como no se ha hecho en otra parte del mundo. Me siento muy orgulloso de ver en lo que se ha convertido Almería.
¿Qué tiene que pasar en Almería en los próximos 60 años?
-Yo creo en la calidad objetiva de lo que hacemos. Hacemos bien las cosas, producimos bien y con calidad. Donde quedan asignaturas pendientes, bajo mi punto de vista, es en la unidad de acción comercial. Todavía somos muy pequeñitos a nivel comercial y todos tenemos unas cooperativas unas empresas que da gloria verlas de manera individual, pero, en su conjunto, todavía estamos lejos de tener una unidad de acción fuerte. Hay cooperativas en el norte de Europa que son de ocho, diez o quince mil millones de euros y aquí la más grande, que somos nosotros, tiene 570 millones. Estamos muy lejos. Unidad de acción comercial, marketing, tanto individual como colectivamente y lobby que es muy importante. Hay que quitarse los complejos. Hay que hacer lobby tanto local, regional, nacional como, sobre todo, a nivel europeo que es de donde viene la legislación y los reglamentos que en última instancia se nos aplican.
Hay que hacer lobby tanto local, regional, nacional como, sobre todo, a nivel europeo que es de donde viene la legislación y los reglamentos que en última instancia se nos aplican
-¿Dónde está el tope, que está frenando al sector para acometer esos retos o se están dando pasos?
-Se están dando pasos, pero a esta velocidad dentro de 60 años vamos a estar un poquito más, pero nada más. Se están dando pasos que no son suficientes desgraciadamente. Cuando vamos a las asociaciones, por ejemplo, para mover acciones de marketing y lobby, le decimos de poner medio céntimo por kilo para ver si conseguimos hacer determinadas campañas o poner una oficina en Bruselas o lo que sea. Todo el mundo dice que sí, acude a las reuniones, pero cuando llega a la reunión definitiva donde hay que poner el dinero, se sale hacia atrás silbando, procurando que no se den cuenta que te has ido y esto es porque quizá tengamos que hacer previamente un marketing del propio marketing y un marketing del lobby. Tenemos que terminar de convencernos de que, sin esa unidad de acción, no tenemos mucho futuro porque nuestra competencia sí lo hace y ellos tienen su lobby, tienen su marketing institucional y luego está también la competencia de los ultraprocesados, que están súper bien organizados y que también tienen su lobby sus asociaciones y ponen dinero para hacer lo que haya que hacer. Nosotros todavía estamos en el estadio inicial.
-El sector nunca ha tenido miedo a invertir en todo lo que tenga que ver con el proceso de producción o con el de comercialización.
-Todo lo que es tangible, todo lo que se puede medir, todo lo que es invertir en un almacén nuevo, en una máquina tal y cual, vamos de cabeza. Sin embargo, todo lo que sea intangible y todo lo que sea en equipo, todo lo que sea cooperando unos con otros nos cuestan Dios y ayuda porque nosotros, en última instancia, pensamos que es mejor la competencia que la cooperación. No hemos construido, como en otras regiones de España, una competencia inteligente donde puede haber escenarios donde competimos y donde tiene que haber otros donde cooperemos. Parece que somos como lobos, que damos dentelladas sea lo que sea. Nos falta ese punto y desgraciadamente creo que la generación mía y los que me preceden un poquito más, no sé si vamos a ser capaces de hacerlo. Ojalá los que vengan detrás muevan la silla a tres o cuatro que estamos ahí y hagan lo que tengan que hacer.
-¿Qué es Unica?
-Yo soy un tipo de Unica, llevo Unica en mi ADN y voy a estar aquí hasta el final con Unica, que es un proyecto que nació en una servilleta como tantos proyectos en este sector y, además, no fue la primera gran iluminación que tuvo el sector. Se produjeron varios proyectos previos a Unica que salieron desgraciadamente mal, entonces Unica fue el último intento. Fue auspiciado por Coexphal, que reunió a 16 cooperativas, se intentó que de algún modo fueran capaces de hacer algo, quedaron cuatro y fuimos a hablar con Cajamar que preguntó cuánto necesitábamos: “Toma, pues como esto”. Empezamos cuatro y vamos por 15, Unica es un proyecto que nace de la sabiduría de haber fallado antes en otros proyectos. Se tenía muy claro lo que no se tenía que hacer, no lo que teníamos que hacer.
Todo el mundo dice que sí, acude a las reuniones, pero cuando llega a la reunión definitiva donde hay que poner el dinero, se sale hacia atrás silbando, procurando que no se den cuenta que te has ido
-Gran parte de sus esfuerzos están ahora mismo puestos en la obra que Unica desarrolla en el el Parque Tecnológico de Almería, en el PITA, lo que va a ser el Centro de negocios, el Unica Agribusiness Center.
– El centro de agronegocio de Unica es como un seguro de vida frente a los futuros que puedan venirnos. Es como si no fueran a tirar un penalti y no supiéramos por dónde va a ir la pelota. Lo que sabemos es que, si yo soy un portero hermoso, si soy ágil, si estoy atento a la jugada, tengo más probabilidades de parar la pelota. El Centro se ha diseñado en seis hectáreas, dentro de un parque tecnológico de las cuales tres se dedican a la cabeza del consumidor, a ver qué tiene dentro, a ver cuáles son las tendencias, saber que piensan las redes sociales, ver cómo está organizada la distribución, ver cómo podemos interactuar con el mundo de las percepciones del consumidor final y las otras tres hectáreas se dedican a la cabeza del agricultor, a ver cómo se puede producir a ver cómo se pueden robotizar a ver cómo se puede sensorizar, a ver si hay que hacerlo ecológico, biodinámico o convencional y conectar esas dos cabezas en el Centro. O sea, que pase lo que pase en el consumidor o a nivel productivo nosotros tengamos el vínculo conectado.
-¿Cómo ve esta provincia a la vuelta de 10, 15 o 20 años?
-Yo veo varios futuros, no solamente uno. Veo uno si nos ponemos las pilas y otros si no nos las ponemos. Si no nos las ponemos esto va a volver a ser el desierto. Tenemos grandes retos como pueden ser los geopolíticos, el del agua, los de las asociaciones medioambientalistas, el de los ultra procesados y, siendo el mayor productor del mundo, no somos capaces de articular una unidad de acción frente la competencia de Marruecos y Egipto, que van como motos. Tenemos que actuar en el sentido de desarrollar la unidad de acción comercial, que haya empresas por encima de mil millones de euros que sean capaces de sentarse con cualquier cadena de supermercado y planificar conjuntamente las campañas. Si no somos capaces de articular marketing de productos, meternos en la cabeza del consumidor y combatir con las mismas armas que combaten los ultraprocesados, los bollicaos, todo eso, las máquinas de vending y si tampoco somos capaces de frenar a la Unión Europea que, en determinadas ocasiones, dicta leyes que son auspiciadas por nuestra competencia, si no somos capaces de frenar, eso, nuestro futuro se va a comprometer de manera muy seria.
-Ese es el plan B ¿Cuál es el A?
-Conseguir la anhelada unidad de acción que no es tanto. Yo aquí en Almería si cinco personas se convencieran de eso se ponía en marcha de manera irreversible. Soy un grandísimo admirador de Paco Cosentino y de toda su empresa. Almería necesita un Cosentino Agro, un Cajamar agro, alguien que diga no, no, por aquí. Ponernos de acuerdo a todo es muy complicado, muy complicado porque salen cosas como “yo te empuje en un charco cuando era chiquitillo” y por muchas otras cosas. Pero alguien que dice mira, no, por aquí vamos a ir, eso sería, bajo mi punto de vista, la gran salvación que puede ser con Unica, puede ser con quien sea, pero alguien tiene que dar ese salto porque si no lo damos esta generación nos vamos a ir que no queda tanto y vamos a dejar empantanado el sector.