La empresa

-Bueno, vamos a hablar de su faceta profesional actual, vamos a hablar de Healthcare Project, que es la empresa a la que se debe, de la que es consejero delegado. Desde el mundo empresarial, también se puede transformar Almería, ¿no?
-Sí, humildemente sí. Siempre he tenido un dicho: “política, cuando era político, política es lo que hago; arquitecto es lo que soy”. Nunca he dejado mi profesión, en la que he estudiado, en la que me siento identificado, y que mi padre compartía conmigo, pero siempre he sido bastante inquieto. Me han gustado siempre las nuevas tecnologías, he sido bastante emprendedor, he tenido negocios de todo tipo. Y Almería, ¿por qué? En este caso, es porque soy un apasionado de mi tierra. Cuando vivía en Madrid estaba loco por volver a Almería, bajarme del avión y oler a mar. Y soy un enamorado de mi tierra, donde mi familia ha tenido negocios que yo tenga constancia de más de 200 años, generaciones. Y, también en este caso, como consultora de Arquitectura e Ingeniería, obviamente aprovechamos la oportunidad del conocimiento cercano que hay. Cuando en la época de ser director de este parque vi las fortalezas de Almería, también vi, detecté, o intuí, sus debilidades a futuro.

-¿Pero por qué Almería?
-Hay un sector muy potente de la agricultura, un sector de la piedra consolidado, pero vi que, industrialmente, estábamos muy carentes, tanto de oferta, demanda, ubicación. Y, simplemente, con una serie de socios, vimos la oportunidad del gran proyecto Nascar, esta planta de metanol renovable, en la que mi ingeniería ha desarrollado el proyecto básico, y estoy 100% dedicado a ello. ¿Por qué? Porque, si no hubiese sido más fácil, quizás, ubicarlo en otro sitio, pero era un desarrollo, un reto, el hacerlo en un ambiente como Almería. Tiene unas ventajas, horas de sol, pero tenemos carencias, infraestructuras energéticas y, sobre todo, agua, pues era un reto en el que más de cinco años de ingeniería llevamos para poder llevarlo a cabo.

-Bueno, el metanol verde ya no es ciencia ficción, estamos hablando del presente, del futuro, ¿qué puede aportarle a una provincia como esta, esta fuente de energía?
-Para hacer metanol verde hay que hacer hidrógeno verde. Nosotros hace muchísimo tiempo detectamos que, precisamente, en Almería, por no haber industria, iba a ser muy difícil que hubiera fuentes de consumo de hidrógeno, aparte de que es muy difícil transportarlo. Entonces, vimos la posibilidad de cómo, investigando qué tipo de transportadores líquidos orgánicos, en este caso, que son el metanol o el amoníaco, podría venirle bien a Almería, pues, precisamente, como un combustible alternativo, más allá de usarlo para combustible marítimo, incluso para flotas, las mayores flotas de camiones tanto en la agricultura como de la piedra, son nuestras. Por eso, decidimos investigar cómo conseguir un combustible alternativo con muchísimas menos huellas de carbono.

-¿Pensando en el futuro?
-Era evidente que una de las grandes asignaturas pendientes iba a ser la huella de carbono. Europa nos aprieta, nos pondrá objetivos, y de aquí al 2030, que cuando empezamos sonaba muy lejos, y ahora apenas quedan cuatro años y medio, hay que cumplir un objetivo de descarbonización, y desde mi empresa, humildemente, estamos en ello, colaborando, no solo a nosotros, como promotores mismos, sino a todo aquel que quiera asesorarse de cómo conseguir objetivos de descarbonización.

-¿Puede ser una buena fuente para la descarbonización del transporte?
-Pues sí, evidentemente, igual que Europa pone trabas al uso de plástico, cada vez tasará e, incluso, penalizará la huella de CO2 que emiten los camiones. Si no tenemos una red de transporte para, por ejemplo, subir camiones en tren para poder salir, nos queda la flota por carretera. Son siempre destinos largos, al centro de Europa, con lo cual, hoy en día, la tecnología de vehículos eléctricos no funcionaría. Sí es verdad que existen gas licuado, para algunos camiones que quitan un poco la huella de carbono, pero, obviamente, una de las soluciones son combustibles sintéticos, no ecológicos de origen biológico, sino sintéticos puros, 100%, como en nuestro caso del que planteamos. Es una solución para minimizar la huella de carbono, ser más competitivos, obviamente, y seguir avanzando en esta descarbonización.

-¿En qué fase está este proyecto vuestro?
-Pues ahora estamos, esto que se dice, y perdonad el anglicismo, ready to build, que es preparado para construir, que es como así decirlo con los permisos, no creo que estemos a más de nueve meses. Se ha presentado en las distintas instituciones y la autorización ambiental integral, sería el equivalente a un permiso medioambiental en cualquier proyecto, pero este que es de gran índole, pues es la figura que lo recoge.

-¿Cuándo puede estar en marcha? ¿Cuándo queréis que todo esto esté funcionando?
-Durante tanto periplo se ha dado cuenta que esto es bastante innovador, más allá de las dificultades de financiación. El proceso de construcción, aunque nosotros tomaremos la decisión final de inversión, que es si todo va bien, cuando estén los permisos aprobados, viendo los tiempos reales de suministro, de la complejidad que va a tener la construcción, pensad que, no lo hemos dicho, pero estamos hablando de una obra que se estima en una inversión de unos 260 millones de euros. Nos vamos a ir al primer trimestre del 2029, no se puede hacer antes, si queda seis, siete meses de permisos, ingeniería final de detalle, la construcción se lleva tres años.