Jerónimo, Fernando y Luis Parra, Grupo Parra
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Jerónimo, Fernando y Luis Parra, Grupo Parra
Grupo Parra
– ¿Cómo se lleva esta casi normalidad en la que ya parece que estamos instalados?
-Pues la verdad que muy bien, con muchas ganas de que llegara esta normalidad y que se pueda ir ya a los conciertos y a muchas cosas a las que nos apetecía muchísimo ir. Más que ganas, teníamos necesidad. Psicológicamente no aguantábamos más, no podíamos estar más tiempo encerrados. Una normalidad mejor que nueva, porque si hablamos de nueva creamos algún tipo de incertidumbre, como algo que está por venir, o que no sabemos qué va a pasar. Hay que hablar de normalidad con mucho cuidado, porque el virus está por ahí, pero estamos viendo los datos y alegran muchísimo, los negocios los necesitaban, los empresarios los necesitábamos y, aunque no seamos una empresa directamente relacionada con las que peor lo están pasando, la hostelería y el turismo, también nos ha afectado muchísimo, nuestros costes se habían disparado muchísimo durante esta pandemia.
– ¿La normalidad ha llegado también al mundo de la empresa, a los negocios, o todavía nos falta?
-Ahí nos falta un poquito todavía. Volver a la normalidad en los negocios va a ser un poco más lento. No podemos de la noche a la mañana volver a estar en la situación que estábamos antes de la pandemia. Con vacunas que han funcionado y funcionan muy bien se va a volver a una normalidad de salud mucho más rápido que a la normalidad económica. Las empresas necesitamos tiempo para poder recuperar. Traemos un retraso importantísimo en el que hemos acumulado pagos, y no se puede olvidar a nadie que tenemos pendientes de pagar todo el dinero que nos ha prestado la Administración, que no nos han regalado nada. Los fondos ICO hay que devolverlos.
-Como empresario y presidente de la Cámara de Comercio de Almería se ha puesto el objetivo de mejorar las comunicaciones. ¿Para cuándo la normalidad en materia de comunicaciones para esta provincia? Por ahí está la reivindicación del AVE pero también hemos visto reducidos los vuelos con Madrid, por ejemplo.
-Efectivamente, es un contrasentido. Voy a tener la oportunidad de tener pronto una reunión con el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas Españolas y espero que sean sensibles con nosotros. Por teléfono hablaba con un alto cargo de Iberia y me comentaba que teníamos que entender que las provincias limítrofes a la nuestra también estaban haciendo recortes. La respuesta me la puso muy fácil. Le dije que no me comparara Málaga ni Alicante con Almería, que las dos tenían cuatro vuelos, pero, además, un AVE cada hora. Murcia, que es la que más se parece a nosotros va a tener AVE el año próximo, pero ahora tiene cuatro trenes Talgo diarios con Madrid. Si tuviéramos la desgracia de que, por cualquier motivo, se nos cortaran las autovías, estaríamos en una jaula, en una cárcel. Y no podemos machacar en que se agilicen más las obras del AVE porque técnicamente es imposible hacer las obras antes de 2026.
– ¿El 26 cree que será la fecha?
-La envergadura de la obra impide que se pudiera hacer antes. El Gobierno ya ha asignado 350 millones y de los 558 que había el año pasado para las obras no se han gastado, siendo optimista, más de un 10%. Creo que las condiciones han cambiado, quiero ser optimista y quiero pensar que se puede y que en 2026 estará la obra hecha.
Relevo generacional
-El futuro del Grupo Parra pasa por sus hijos Fernando y Luis, que ya están en la gerencia y dirección general de la empresa. Luis, ¿se puede hacer un poquito mejor en esta isla de Almería?
-Luis: Yo creo que sí. No he vivido la Almería de antes, pero cuando estudiaba en Granada me iba en coche propio porque en autobús tardaba cinco horas y dos horas y media en tren. Tenemos un campo abierto para mejora.
– ¿Y usted, Fernando?
– Fernando: Opino igual. Siempre he pensado que lo conseguido por los almerienses, siendo esto un desierto, es impresionante. Lo que han hecho las empresas, con las comunicaciones tan malas que hemos tenido… De haber tenido las de Málaga o Sevilla con esta mentalidad, ¿dónde estaríamos?
– ¿Como llevan esta doble faceta de su padre de llevar el día a día de la empresa y estar al frente de la Cámara?
-Fernando: Al principio era un poco complicado. Ahora, bien. Como porta poco por la empresa y nos deja hacer… Sabemos que para aprender hay que equivocarse también. Ahí está, siempre supervisando, pero lo cierto es que nos deja hacer.
-Luis: Opino igual que él. Cuando empecé llevaba la parte de maquinaria que ahora llevo yo. Al principio estaba y ahora con la Cámara, a la que dedica mucho tiempo, controla lo que tiene que controlar, pero lo llevamos bien.
– ¿Cómo ha sido eso de ir delegando, cediendo responsabilidad? ¿Se equivocan más o aciertan más?
-Jerónimo: Si se equivocaran más que acertaran no sé qué habría hecho con ellos. La verdad es que aciertan más que se equivocan y todos nos hemos equivocado. Yo también pasé por eso en su momento. Mi padre decidió delegar en mí y me dejó que hiciera y que me equivocara. Les digo que hay que aprender de los errores. Si no aprendes, y siempre te equivocas en lo mismo, mal nos va a ir.
– Fernando, ¿ven las cosas de manera perecida, igual o totalmente diferente a como las ve el jefe?
-Fernando: Depende. Hay aspectos en los que coincidimos y, en otros no, en los que discrepamos radicalmente. Al final es cuestión de sumar. Hay cosas que se podrían mejorar y otras que se pueden hacer de otra manera, de una forma mejor, aprovechando la tecnología, la logística.
-Luis, ¿al final se sale con la suya?
-Luis: No siempre se sale con la suya, pero siempre lo intenta. Hay veces en las que nos tiene que dejar porque somos muy cabezones y si lo vemos claro…
-Jerónimo, ¿cómo presentaría a sus hijos?
-Los dos son ingenieros de Caminos, una profesión muy relacionada con este negocio. Yo eso lo echo mucho de menos, tener esa formación. Soy de los que han aprendido a porrazos, a tropezones, a cocotazos. De esa forma he hecho mi trayectoria en 40 años. Ellos tienen una base importante, pero les advertía cuando se incorporaron de que lo que habían estudiado estaba muy bien, pero que la realidad era otra, muy distinta. Aquí vas a luchas con cosas que ni te las imaginas, ni las has estudiado ni se pueden estudiar. Y una empresa como la nuestra, de maquinaria, es una empresa muy compleja, muy complicada. Aquí tienes que estar improvisando todos los días. Hay una serie de clientes a los que atender, un parque de maquinaria con el personal que hay, tienes que jugar con esa máquina para que todos los clientes estén contentos, pero no puedes dejar de tener tus obras al día… Tenía miedo al principio, cuando se incorporó Fernando, miedo a que se adaptara. Fernando lleva 9 años y Luis va a hacer casi tres. A los dos les gusta. Los dos se levantan por la mañana con ilusión, con ganas, y eso es importantísimo. Si arrancas con ganas al final sale bien. El que yo esté como presidente de la Cámara, la culpa la tienen ellos. Por el tipo de empresa que es, la gente que hay, rondando las cien personas, y en la Cámara igual, sabía que iba a necesitar dedicarle mucho tiempo. Hemos hecho algunas cosas, el Covid nos frenó al principio porque nadie se hubiera planteado que el presidente de la Cámara estuviera luchando por reactivar la economía de Almería, pedir infraestructuras cuando la gente estaba muriendo. Eso no se hubiera entendido jamás. No hubiera sido ni ético por mi parte hacer otra cosa que no fuera lo que hicimos: ponernos al lado de la gente que nos necesitaba, salvar vidas. Pero eso se ha estabilizado y ahora sí que llega el momento de empezar a reivindicar cosas y para eso yo soy una mosca cojonera, cuando creo que tengo razón, la peleo, la lucho.
– ¿Qué hacen mejor que usted sus hijos en la empresa?
-Ya hacen casi todo mejor que yo. Si nos ponemos en los sistemas informáticos… Todo lo digital, lo informático, la documentación, eliminar papeles de las mesas… En ese aspecto están mucho más avanzados. Desde el minuto cero he querido inculcarles un gran servicio al cliente y ser un gran profesional.
-Como presidente del Grupo Parra, ¿cómo definen a su padre?
-Fernando: Como él ha dicho, es muy cabezón y por eso a veces tenemos las discrepancias…Pero sí que es verdad que le gusta estar supervisando todos los detalles, desde la punta abajo hasta los números finales. Eso es una cosa buena, aunque al principio creía que era mala. No me convencía tener gente que supiese hacer de todo, profesionales versátiles. En los tiempos que corren hoy en día tienen que estar muy profesionalizados. Sin llevar eso al extremo, es bueno porque tu trabajo está acotado. Es bueno saber supervisar todo eso.
-Luis: Siempre he visto a mi padre con las ideas muy claras. Como jefe, es a veces duro, muy duro, pero se aprende de él.
-Hemos pasado el confinamiento, la pandemia y estamos cambiado el modelo productivo, ¿cómo ve Grupo Parra el futuro, en 10 o 15 años?
-Luis: Almería va a empezar a cambiar porque las infraestructuras lo van a hacer. Si conseguimos que Almería sea fuerte logísticamente, eso nos va a venir bien a toda la provincia, a todas las empresas. De aquí a diez años esperamos que esté el AVE funcionando.
-Fernando: Estoy de acuerdo. Grupo Parra va en una buena senda, vienen unos años nuevos en el mundo de la construcción. Estamos creciendo bastante, trabajando por toda Andalucía y fuera y este futuro pasa por la construcción sostenible. Cada vez se reutilizan más lo materiales, para áridos, mezclas asfálticas… y, por supuesto, lo que creo que es fundamental a corto y medio plazo es el tema de los servicios, lo que viene a ser mantenimiento. Tendremos las infraestructuras y habrá que mantenerlas.