José Manuel Fernández
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José Manuel Fernández
«Creer, continuar trabajando y resistir para seguir adelante»
La visión del agro almeriense planteada desde una de las cooperativas estrella del sector, Vicasol, de la mano de su gerente, José Manuel Fernández, quien charla con el periodista David Baños dentro de la serie de conversaciones que se celebran en la Casa de las Mariposas, acompaña en esta ocasión la exposición de ‘Almería en futuro’ con un repaso a lo que ha supuesto la pandemia en el principal sector económico de la provincia, la manera en la que ha solventado las dificultades, las recomendaciones acerca de lo que hay que hacer en ese fruto de normalidad cuando la pandemia haya pasado y la incidencia que el Brexit está teniendo en una de las empresas para las que el mercado británico tiene una gran importancia por ser el cuarto en cuanto a exportaciones y mantener un nivel comercial de calidad y de alto valor añadido.
– ¿Qué ha sido lo peor y cuál ha sido el gran descubrimiento que ha hecho aflorar este tiempo de crisis para todos?
-Lo peor ha sido la incertidumbre. Aparece la pandemia, tenemos trabajando muchísimo personal en el entorno de Vicasol, a 4.000 personas en el campo y 2.500 en los almacenes, que nos coge en plena pandemia y realmente la incertidumbre que nos genera saber si vamos a poder continuar con nuestra actividad porque tenía que ser presencial. Eso ha sido lo peor, esa incertidumbre que nos tuvo mucho tiempo en vilo. Y lo mejor, la gente que trabaja en el campo. Los agricultores, sus obreros, se han sobrepuesto. Los problemas que ha habido han sido pequeños y en los almacenes de manipulado ha costado un poco, pero el comportamiento ha sido ejemplar para conseguir que las incidencias dentro hayan sido mucho menores que en el entorno. Demuestra una capacidad y una responsabilidad de todos los que hemos participado muy grande. Me quedo con la responsabilidad y el buen hacer de la gente del campo.
Reinventarse
-Han sido muchas crisis, pero al final el sector siempre ha tenido la capacidad de reinventarse y de salir un poco mejor. ¿Ahora también vamos a ser capaces?
-Tenemos que intentar ser mejores. El mundo cada vez es más complejo, más complicado. El consumidor quiere más, las empresas con las que trabajamos como proveedores o como clientes son empresas muy sofisticadas que intentan siempre dar una vueltecilla más. Nosotros tenemos que ser capaces de aguantar y seguir trabajando para mantener este sector como mínimo donde está ahora, pero hay que ser ambiciosos y aspirar a más.
-¿El gran éxito y lo que hace diferente al modelo Almería son las personas, las familias, como el ejemplo de Vicasol?
-Vicasol con el trabajo de mucha gente la hemos convertido en una empresa grande, la primera OPFH de Andalucía y de España, pero al final es la suma de pequeños grupos familiares que trabajan, que se manchan las manos todos los días para conseguir esos productos. La riqueza de nuestra empresa o de este sector viene de la economía real, de productos reales, de productos exquisitos para llevar a la mesa. No estamos hablando de inversiones financieras o de grandes negocios. Eso es una particularidad de nuestro sector que hay que tener muy en cuenta, distribuido entre muchas personas.
-La colaboración se ha puesto de relieve en este año de pandemia, de crisis sanitaria. ¿Nos hemos dado cuenta ahora de que juntos, si todos colaboramos, las cosas se pueden mejorar?
-Vicasol es una cooperativa de primer grado, formada por agricultores que trabajan desde que hace más de 40 años tuvieron la idea. El éxito de la empresa es el éxito de la colaboración de sus miembros y la coordinación, un trabajo coordinado, está claro que el éxito viene de ahí.
Retos del sector
– ¿Cuáles son los grandes retos que tiene el sector por delante?
-Estamos viviendo una época un poco difícil en cuanto a la rentabilidad de las explotaciones. Porque los productos tienen unos precios y los costes no hacen más que subir. Estamos en medio de ese sándwich maquiavélico de los precios de venta y los costes de producción. Yo creo que debemos ser capaces de dar un paso buscando un poquito más de rentabilidad.
– ¿Cómo puede conseguirse?
-Es un negocio maduro. No creo que existan fórmulas mágicas. Por una parte hay que trabajar en la productividad por metro cuadrado en lo que es el invernadero. Luego, en lo que son las centrales de manipulado porque el producto se va a seguir trabajando y hay que buscar métodos lo más eficaces y eficientes posibles para hacer el trabajo que nos piden los clientes y luego también habrá que negociar de manera distinta con las grandes cadenas de supermercados para que nos paguen un poquito más. Creo que se puede trasladar un poquito de lo que se necesita al consumidor. Yo no lo veo sólo desde un punto de vista, creo que hay que trabajar en todos los ámbitos y así conseguiremos esa rentabilidad que hoy por hoy está un poquito justa.
– ¿Y para que nos paguen ese plus más, ese incremento en el precio que persiguen los agricultores, las empresas en origen, hace falta también diferenciarse?
-Hay que colaborar con nuestros clientes en intentar obtener, fabricar o elaborar los productos que el consumidor quiere. Evidentemente creo que nuestro sector tiene que mejorar mucho en comunicación no solamente hacia el cliente, sino a la sociedad en general para que conozca lo que hacemos, cómo lo hacemos. Hemos estado muy centrados en el trabajo del día a día y hemos olvidado esa parte de comunicación. Al final la rentabilidad viene de las operaciones y eso significa trabajar con ellos junto con nuestros clientes para ver cómo podemos obtener un poco más de rentabilidad.
La vara de medir
-Uno de los productos estrella de Vicasol, es el tomate, pero las exportaciones de otros países crecen y crecen. ¿Qué tenemos que hacer en Almería para sostener este cultivo histórico?
-Al final la apertura del comercio internacional nos lleva a esto. Tiene sus partes buenas y sus partes malas. La Unión Europea tiene que hacer valer el que se haga cumplir la ley. Eso lo tenemos que pedir, exigir y luchar porque en este momento no ocurre y nos está perjudicando mucho. Pero dicho esto, como no soy tampoco muy optimista con que se vayan a cumplir esas pautas, creo que lo que tenemos que hacer es trabajar para mejorar esa productividad por metro cuadrado. Durante la historia de la agricultura almeriense ha habido muchos momentos en los que hemos sido capaces de dar un salto. Llevábamos un tiempo estancados, no producimos más, los costes suben con un precio de venta estancado que tenemos y eso nos lo hace más difícil, nos está quitando rentabilidad. Debemos ser capaces de dar un salto. Hay iniciativas en esa línea, pero diferenciarse con un tomate o un pimiento es complejo. Es cierto que nosotros cuando aplicamos el control integrado en todas nuestras producciones, el consumidor europeo volvió a tener en cuenta nuestro producto. Se tiene en cuenta, pero al final las cadenas de supermercados están a ver quién ofrece más por menos y nosotros como consumidores hacemos lo mismo.
– ¿Podemos tener la sensación de que se exige más a los productos de Almería, de España, a los que se cultivan en Europa que a los que vienen de fuera?
-Sin lugar a dudas. Existen muchas varas de medir. El metro en unos sitios mide un metro, en otros metro y medio y en otros tres. Esto es difícil de entender, pero así es. Nuestro competidor en tomate número uno es Marruecos y yo creo que lo están haciendo muy bien y ahí están, es muy común la presencia en el mercado con unos precios imbatibles con nuestros costes. Pero, por ejemplo, Turquía estamos asistiendo en Europa a alertas sanitarias día si y día también de sus productos y no pasa nada. Nosotros tuvimos un amago con la E-coli y sin ser nuestra responsabilidad nos llovió de todo.
Brexit
– ¿Qué ha pasado al final con el Brexit, ha sido tan duro como nos lo pintaban?
-Ha sido un culebrón. Afortunadamente ya está todo más o menos claro. El Reino Unido para nosotros es el cuarto país en exportaciones, con un producto de mucha calidad y valor añadido. Teníamos preocupación. No sabemos lo que puede ocurrir en el futuro, pero por ahora las perspectivas que tenemos de cara a las próximas campañas son de seguir creciendo allí. En precios no ha habido cambios sustantivos, siguen siendo buenos. Sí es cierto que nos ha cambiado la operativa, el papeleo y los costes añadidos. Volvemos siempre a lo mismo. Para las cuentas de Reino Unido hemos tenido que meter personal, hemos tenido que contratar transitarios, gran parte de nuestra actividad en Inglaterra la hemos trasladado a una empresa que tenemos allí. Costes, para nosotros afortunadamente unos costes relativamente pequeños, pero lo que es el volumen no va a tener modificación sustantiva. Nosotros seguimos creyendo que es un mercado muy interesante para Almería.
-Al final va todo al mismo sitio, al invernadero
-Al final los costes no paran de subir, con su justificación, pero al final los precios de venta no solo no suben, sino que en algunos casos bajan. Las dificultades están ahí.
– ¿Qué define a Vicasol?
-Yo creo que la define la gran coordinación y la gran vocación de cultivar productos de calidad de sus agricultores y luego el equipo de gestión que, continuando con esa vocación de calidad y de puesta en el mercado, ha sido capaz de crear una gran empresa, yo creo que reconocida en toda Europa.
Almería en futuro
– ¿Qué necesita Almería?
-Lo primero que necesita es seguir trabajando y mantener las estructuras vivas. No se puede caer en el desaliento. Hemos pasado una época muy mala, en el agro no nos ha dado tiempo ni a reflexionar. En muchos ámbitos de la economía había desaliento por lo que podía pasar. Esto ha ocurrido, hay que pasarlo, digerirlo, resistir y prepararse. Cuando termine este año las cosas se verán con otra perspectiva. La ciencia ha avanzado mucho y vamos a salir de esta pandemia. Y luego cada uno va a tener que tratar de ser mejor de lo que era antes. En el agro queda pendiente una reestructuración, una mejora, pero estoy convencido de que, en otros sectores, como el turismo o el comercio, se va a reestructurar todo. Se han acelerado los acontecimientos, hay muchos y muy buenos empresarios en Almería y, cada uno en su ámbito, tiene que seguir trabajando, creyendo en el futuro, creyendo que es posible porque eso es lo primero para trabajar. Hay mucha gente en cada sector que sabe hacer las cosas.
-Sostenibilidad, digitalización, internacionalización…
Por supuesto. Seguir avanzando en los negocios. Un negocio que siga gestionándose en nuestro ámbito como en el año 2000 no tiene cabida. La actividad hay que hacerla más sostenible, aprovechar todos los recursos y minimizarlos. En nuestro ámbito el tema de abonados, riegos, controles de clima en los invernaderos; en los almacenes, en los equipos de gestión, desde la preparación de la gente a la capacidad de estar en el mercado. No es empezar de cero, sino continuar el camino en sostenibilidad, digitalización, internacionalización, formación, mejora continua. Hay que creer, seguir trabajando, resistir y estoy seguro que vamos a seguir adelante.
-Termine la frase ‘En el futuro el cooperativismo …
-Será la punta de lanza de la agricultura de Almería.